Filosofía de trabajo

Estos son los principios que rigen mi práctica profesional como psicólogo-psicoterapeuta:
1) Rechazo del concepto de “enfermedad mental” y de las etiquetas diagnósticas que tratan de decir mucho, en una o dos palabras, sin comprender nada. Prefiero entender que trabajo con personas que consideran que pueden mejorar en algunos aspectos de su funcionamiento y cuentan conmigo para que les ayude a conseguirlo. Es decir, no percibo a mis pacientes en términos de enfermedad, sino de funcionamiento, y el objetivo del trabajo que realizamos juntos no es, por tanto, la curación, sino el cambio que suponga mejoría.
2) Compromiso con mis pacientes para que cuenten con mi ayuda lo que consideren necesario, cuidando mucho de no abandonar cuando me necesitan y de no retener cuando ya no.

3) Trabajo en equipo que realizan el terapeuta y el paciente, trabajo en el que cada uno debe aportar activamente unas cosas y recibirá como recompensa otras: el terapeuta la remuneración económica y la satisfacción profesional, y el paciente el crecimiento personal.
4) La psicoterapia es un proceso facilitador del crecimiento y el fortalecimiento de la persona y NO un sostén necesario de por vida.
5) Confianza en mis pacientes y en todos los recursos constructivos de los que disponen.