– Ansiedad: Es un sentimiento de temor y amenaza dirigido al futuro en el que se anticipa un peligro, generalmente definido con poca claridad. Si el peligro está bien identificado, hablaremos directamente de miedo en lugar de ansiedad o angustia. La ansiedad puede tener diversas formas de manifestarse que van desde un estado de inquietud vivido fundamentalmente en el plano mental a expresiones somáticas fundamentalmente a través de los sistemas respiratorio y digestivo. El objetivo terapéutico será el logro de la sensación de seguridad.
– Depresión: Es la respuesta emocional a una pérdida, de alguien o algo importante o de toda esperanza en el cumplimiento de un deseo también de la máxima importancia. El objetivo terapéutico será el logro de la sensación de esperanza en el cumplimiento de una parte de los deseos propios, y la reparación de la pérdida.
– Estrés: Es el resultado de un exceso de presión externa que nos pone al borde del agotamiento. El objetivo terapéutico es el aprendizaje del manejo de las condiciones externas.
– Obsesiones: Lo obsesivo surge cuando lo mental monopoliza la economía emocional, desplazando al cuerpo, que se vuelve rígido, a un papel secundario. El objetivo terapéutico es la recuperación del equilibrio mente-cuerpo.
– Anorexia: La anorexia es un intento de solución de ciertas problemáticas: de las relacionadas con un vínculo madre hija conflictivo, de autoestima e identidad, de las relacionadas con la sexualidad femenina y los cambios que la pubertad implican, de las referentes a la sensación de control sobre uno mismo y sobre el entorno, de las relacionadas con el logro del poder sobre la propia vida. El objetivo terapéutico es el hallazgo de mejores soluciones para esos mismos problemas.
– Bulimia: De propósitos más humildes que la anorexia, no busca grandes soluciones, sino simplemente aportar un pequeño consuelo, un espacio propio en el que los deseos de uno cuenten, un momento de satisfacción, de expresión no constreñida. El objetivo terapéutico es el logro del poder sobre la propia vida.
– Alteraciones somáticas por causas emocionales: Los mal llamados «trastornos psicosomáticos». A la inversa que en lo obsesivo, lo corporal monopoliza la gestión de la vida emocional. El objetivo terapéutico es comprender mentalmente lo que expresa nuestro cuerpo.
– Dependencia emocional: Implica la detención del crecimiento y la búsqueda de condiciones de seguridad y satisfacción infantiles. El objetivo terapéutico es la re-activación del crecimiento.